Segunda
La memoria se está yendo. Intenta traerla nuevamente, imagina una mano que vuela dentro de su mente para capturarla, pero no lo logra. Ella siempre corre.
A veces, como un rayo, vuelve y le hace pensar que está para quedarse. Pero esos pícaros recuerdos engañan y se van rápidamente.
Cerebro puto, dice en esos pocos instantes de lucidez.
Lamentablemente no es una lotería, dice la familia.
A veces la sientan frente al ventanal, en la silla de ruedas. Se queda mirando las verbenas, que su nieto cuida porque sabe que son sus flores favoritas. A veces, le traen ese rayo.
Hoy, lo que lo trae es la golondrina, que busca bichos en el suelo. En ese corto instante, lo intenta.
Quiere imaginar la mano. Ya no recuerda qué es una mano.
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